El macho de las camisas bordadas

Todos los humanos estamos compuestos de hormonas masculinas y femeninas, andrógenos y estrógenos en mayor o menor proporción es lo que define la sexualidad.

Universalmente se acepta que todo ser pensante tiene su lado contrario.

Así, todo hombre tiene su lado femenino y toda mujer su masculino.

La predominancia de unas hormonas sobre las otras, será lo que nos da nuestra identidad sexual.

Hay hombres muy «machos» en términos de su comportamiento. Prepotentes, autoritarios y sobrevalorados de si mismo. Sus actuaciones revelan a individuos cerrados y abusivos, que autocráticamente sólo aceptan su propia razón, viven menospreciando a los demás y quieren someter a todos su omnímoda voluntad. Tienen la tendencia a minimizar a las personas o a sus profesiones, así como a burlarse de sus adversarios.

Individuos imperativos que necesitan imponer su voluntad, despreciando a quien este a su lado sin importarle su pensar.

Narcisos por naturaleza, tienen en el fondo una tendencia homosexual que ponen de manifiesto al usar trajes formales sobre camisitas bordadas a mano con encajes multicolores.

Usan ropaje masculino, aunque incluyen en su vestimenta detalles femeninos. Estas prendas que enseñan como algo novedoso, la muestran como una innovación de la moda que rompe protocolos, pero en realidad constituye un maquillaje para no ser descubiertos en el verdadero yo.

LOS MACHOTES SON SOBERBIOS Y VANIDOSOS EGOLATRAS SUPERLATIVOS, NECESITAN DESTACAR ENTRE TODOS.

Deben ser el centro de la atención sin compartir espacios ni ceder protagonismos. Su ego se encuentra tan hipertrofiado, que tienen la permanente necesidad del MIMO y el ADULO para la reafirmación de su dudosa masculinidad.

En sus sentimientos se albergan resentimientos sociales profundos. Estos son causados por probables traumas infantiles que se derivan de la ausencia de un padre o una madre.

Se creen hermosos y se sienten bellos, menospreciando al resto que los rodea.

La misoginia es una conducta anormal de odio hacia la mujer, así como misógino es el hombre que la padece. El misógino odia a la mujer y es capas de votar de una reunión a cualquier fémina que se atreva a confrontarlo. Una vez echada de la misma, se referirá a ella en términos despreciativos de sus cualidades físicas a la que sumara epítetos horrorosos.

También son capaces de meter presa a cualquier mujer que no se someta a su autoridad. Una vez recluida en la cárcel, utilizaran la consabida terminología despectiva para compararlas con otras mujeres que hayan sido delincuentes.

Esta personalidad narciso machista, es evidencia con más fuerza cuando el individuo tiene en sus manos algún tipo de poder.

Todo narciso es un homosexual reprimido.

Hablamos de hombres varoniles en su apariencia, pero con un fuerte contenido de hormonas femeninas. Las mismas fluyen imparables dentro de su organismo, pero son controladas a fuerza de la confrontación y la dureza como fachada.

¿Qué hacen los hombres homosexuales contenidos?… Tienen varias formas de ocultar su verdadera inclinación.

Primero se rodean de actitudes de machismo como la prepotencia, la intolerancia y el irrespeto.

Son de caminar rápido y su rostro traduce un gesto de irascibilidad contenida, que se enmascara bajo una falsa simpatía llena de sonrisas, pero que cambian por cólera con facilidad. Esta aparente dureza, solo oculta la debilidad de quienes en el fondo saben que tienen una tendencia contra lo que luchan.

Su prepotencia, el desprecio y su autoritarismo son solo mecanismos psicológicos que utilizan para ocultar su verdadero homosexualismo.

Esa es la vida de los súper machos de conducta autoritaria.

Atacan para no ser vulnerados, mientras ocultan tras la prepotencia y la belicosidad la verdadera naturaleza que los corroe por dentro.

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Publicado por Dr. Miguel Palacios Frugone el 18 de abril de 2012

https://mikypalaciosfrugone.wordpress.com/2012/04/18/macho-con-camisas-bordadas/